Artículo publicado en el blog de Ana Garralón |
Si bien en Ecuador el panorama de la LIJ ha florecido en los últimos años, cosa que se evidencia en el incremento de la producción editorial, todavía son muy pocas las editoriales independientes que apuestan por la creación de libros arriesgados, con líneas editoriales diferentes, y que se atreven a navegar en el mercado de cara a las grandes editoriales que dominan el paisaje nacional. En esta línea de acción se ubica Manthra Editores, que publica libros de poesía, nanas, haikus, novelas, libro ilustrado y libro álbum, de autores nacionales e internacionales de literatura infantil y juvenil desde el 2006. Su búsqueda permanente gira en torno a la creación de materiales que “generen conocimiento, sensibilicen y comuniquen con el fin de contribuir a la transformación de las personas, las comunidades y la sociedad”. La edición bellamente cuidada de sus libros está a cargo de Leonor Bravo, escritora, ilustradora y especialista en LIJ, quien a lo largo de su vida ha liderado procesos en torno a la visibilización y promoción de la lectura para niños y jóvenes. Uno de los libros, en los que la tipografía, el formato, la ilustración y el texto aportan a la construcción del argumento es Dos cigüeñas, una bruja y un dragón (2008), escrito por Leonor Bravo e ilustrado por Santiago González. Fue seleccionado como parte de la Lista de Honor del IBBY (International Board on Books for Young People). Se trata de un libro novedoso en el que abundan los guiños intertextuales, la fantasía y el humor, y en el que la narración se construye de modo divertido con el diálogo entre un niño y su abuelo, al que se incorporan personajes fantásticos y reales, incluidos el ilustrador y la escritora (metalenguaje). |
Otra editorial cuya preocupación por los libros, la lectura y la infancia le ha colocado en un lugar importante en el escenario de la LIJ ecuatoriana es Zonacuario, fundada en el 2004 y dirigida por Alejandro Bustos. En sus publicaciones se da importancia a aspectos estéticos y comunicacionales, se toman en cuenta la calidad literaria y la trayectoria de los autores, destacados escritores e ilustradores, además de “la pertinencia entre el registro lingüístico de las obras y el contexto lector ecuatoriano”. Cuentan con tres colecciones que se definen por la edad y las capacidades lectoras de sus destinatarios, en las que se publica cuento, novela y poesía, y también varios libros ilustrados y libros álbum, con diferentes formatos y materiales. Para la editorial es importante que sus publicaciones se “aproximen a las necesidades e intereses de sus lectores, desde lo concerniente a sus descubrimientos a nivel lingüístico hasta todo lo estéticamente significativo; desde el color y el trazo hasta la recreación de los textos y lo que se narra a través de ellos, con el fin de que esta experiencia sea el llamado a nuevos encuentros con los libros”. Otro acierto de Zonacuario es la revista infantil “¡elé!”, con gran difusión a nivel nacional.
Entre sus publicaciones cabe destacar Abril y Moncho (2011), de Roger Ycaza, libro álbum que topa el tema tabú de la muerte desde una perspectiva cargada de sencillez y dulzura. Es maravillosa la manifestación del color como elemento narrativo y la sutileza con la que se logran transmitir detalles trascendentales a partir de omisiones que permiten la construcción simbólica de significados desde el punto de vista del espectador o lector de la obra.
Otro libro que llama la atención es Quiero ese beso (2013) de la autoría de Liset Lantigua y Marco Chamorro. Se trata de poesía ilustrada en un libro con formato de acordeón, presentado en una cajita, que hace a su vez de cubierta y lomo de la publicación. Una obra llena de metáforas sugestivas a cargo de Liset acompañadas de ilustraciones excepcionales, realizadas en serigrafía con el inconfundible sello de Marco.
La escasez en la producción de libros ilustrados y libros álbum ha llevado a que algunos autores decidan plantearse una alternativa viable para sus creaciones: la autopublicación. Este es el caso de Santiago González, quien en el 2011 publica The only one, libro álbum sobre el “Solitario George”, que prácticamente ha agotado su primera edición. Santiago además de ser el autor de los textos y las ilustraciones, se ha encargado del seguimiento en la imprenta y de la distribución de la obra en las librerías y tiendas de Quito, en la Charles Darwin y en distintos puntos de venta en las Islas Galápagos. El libro de Santiago no sólo nos permite adentrarnos en la diversidad de la fauna exótica de las “Islas encantadas”, sino que muestra la paradoja que se genera en el contraste entre la exuberancia y el único espécimen, como símbolo de la supervivencia de las especies.
Con el ejemplo de estos grandes valientes sólo queda esperar que las iniciativas se multipliquen y se anuncien nuevos visionarios que le apuesten al libro desde enfoques novedosos y creativos, y que el panorama de LIJ ecuatoriana siga ampliando sus registros con más ofertas inspiradoras.
Entre sus publicaciones cabe destacar Abril y Moncho (2011), de Roger Ycaza, libro álbum que topa el tema tabú de la muerte desde una perspectiva cargada de sencillez y dulzura. Es maravillosa la manifestación del color como elemento narrativo y la sutileza con la que se logran transmitir detalles trascendentales a partir de omisiones que permiten la construcción simbólica de significados desde el punto de vista del espectador o lector de la obra.
Otro libro que llama la atención es Quiero ese beso (2013) de la autoría de Liset Lantigua y Marco Chamorro. Se trata de poesía ilustrada en un libro con formato de acordeón, presentado en una cajita, que hace a su vez de cubierta y lomo de la publicación. Una obra llena de metáforas sugestivas a cargo de Liset acompañadas de ilustraciones excepcionales, realizadas en serigrafía con el inconfundible sello de Marco.
La escasez en la producción de libros ilustrados y libros álbum ha llevado a que algunos autores decidan plantearse una alternativa viable para sus creaciones: la autopublicación. Este es el caso de Santiago González, quien en el 2011 publica The only one, libro álbum sobre el “Solitario George”, que prácticamente ha agotado su primera edición. Santiago además de ser el autor de los textos y las ilustraciones, se ha encargado del seguimiento en la imprenta y de la distribución de la obra en las librerías y tiendas de Quito, en la Charles Darwin y en distintos puntos de venta en las Islas Galápagos. El libro de Santiago no sólo nos permite adentrarnos en la diversidad de la fauna exótica de las “Islas encantadas”, sino que muestra la paradoja que se genera en el contraste entre la exuberancia y el único espécimen, como símbolo de la supervivencia de las especies.
Con el ejemplo de estos grandes valientes sólo queda esperar que las iniciativas se multipliquen y se anuncien nuevos visionarios que le apuesten al libro desde enfoques novedosos y creativos, y que el panorama de LIJ ecuatoriana siga ampliando sus registros con más ofertas inspiradoras.
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